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Jun

2021

Hacia la formalización del mundo emprendedor

Las micro, pequeñas y medianas empresa cumplen un importante rol en la economía nacional, de allí la necesidad de apoyar a este sector y contribuir a su formalización. Brenda Silupú, Fabiola Alcas y Eddie Valdiviezo, especialistas de la Universidad de Piura, explican cómo esta puede garantizar mejores beneficios a los emprendedores.

Por Betsy Salazar Guerrero. 28 junio, 2021. Publicado en Suplemento Semana, El Tiempo.

De acuerdo con el Global Entrepreneurship Monitor, Perú es el cuarto país con mayor intención para emprender de América Latina y el octavo del mundo. Durante la pandemia, muchos ciudadanos debido a la necesidad y la falta de empleos en el país decidieron emprender un negocio. El 42% de los peruanos emprendió; sin embargo, solo el 23% de estas empresas es formal.

Formalizar un emprendimiento implica formar parte de un programa de inclusión empresarial, afirma Fabiola Alcas, directora del Centro de Asesoría Microempresarial (CAM) de la UDEP, que permite ampliar el mercado, incrementar los clientes, establecer un historial en la banca y aumenta la confianza del consumidor, lo cual trae consigo una serie de compromisos que son recompensados con el crecimiento del negocio.

Por ello, es importante que los emprendedores formalicen sus negocios porque con ello se marca el inicio de una etapa en la que se abrirá una serie de oportunidades, sobre todo, para un emprendimiento que busca una participación y posicionamiento en el mercado.

Brenda Silupú, profesora de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Piura, considera que la formalización permite a los emprendedores iniciar sus actividades de manera ordenada y de acuerdo con las normas exigidas por el ente regulatorio.

Cuando el emprendedor registra y declara sus impuestos puede acceder a líneas de financiamiento de instituciones formales. “La formalización permite que se expandan las ventas no solo a consumidores finales sino, también, a clientes empresariales que van a exigir un sustento por las compras que realicen”, refiere Silupú.

Los emprendedores deben tener una visión a largo plazo. En el corto plazo, se puede pensar que la formalización quita liquidez porque se deben pagar impuestos; pero, la economista sostiene que la informalidad no permite crecer. Un estudio realizado en Perú, con mypes formales e informales, demostró que los empresarios informales ganan menos que los formales y que la única diferencia es el hecho de que uno está registrado y el otro no.

Pasos para la formalización
Al inicio del emprendimiento, por lo general, las personas no buscan la formalización porque el negocio está en un proceso de prueba, en el que hay una fuerte incertidumbre sobre el éxito que tendrá su emprendimiento. Iniciar un negocio no es nada sencillo y el capital que se invierte, muchas veces, forma parte de los ahorros de toda una vida; por eso, los emprendedores valoran sus recursos.

“Mientras el emprendedor no perciba que su negocio está dando beneficio constante no tendrá la certeza de querer formalizarse, pues los compromisos que se adquieren tienen fecha definida y los beneficios deben permitir el cumplimiento de estos”, indica Fabiola Alcas.

Incluso, señala Alcas, puede tener dos dificultades al momento de formalizar. Por un lado, la falta de información sobre el proceso de formalización y los beneficios que obtiene; y, por otro lado, los costos de formalización junto a la percepción negativa que tiene el emprendedor del ente de recaudación, pues cree que las acciones están más enfocadas hacia la fiscalización que a la concientización para lograr la formalización.

No obstante, estas circunstancias no deben ser un obstáculo al momento de formalizar. En ese sentido, la directora del CAM aconseja que, para formalizar, se debe tener claro el tipo de constitución que se desea realizar, lo cual depende de las actividades que forman parte del negocio y del tipo de cliente al que se desea dirigir.

El proceso en general contempla la elaboración de la minuta, elevación de la escritura pública, la inscripción del RUC, la determinación del régimen tributario, la legalización de libros contables; es decir, lo correspondiente a planillas, licencias y permisos, que dependerán del sector y del tipo de negocio a emprender.

Medir los riesgos y oportunidades
Se debe tener en cuenta que el riesgo es una variable que forma parte de la creación de un negocio, y si este tiene un involucramiento de capital más grande y los clientes son empresas, es necesario considerar formalizarse como persona jurídica. Por el contrario, si el negocio tiene como cliente al consumidor final y el riesgo en cuanto a endeudamiento no es muy alto, puede constituirse como persona natural.

Por otro lado, Eddie Valdiviezo, director de la Incubadora de negocios Hub UDEP, recomienda que para que un emprendimiento no sea algo temporal, sino un negocio a largo plazo, es necesario que haya una visión empresarial de los líderes, capacidad de trabajo en equipo, negocio estructurado, sistema de ventas y adquisición de clientes y financiamiento adecuado del negocio.

Los emprendimientos y las nuevas tecnologías
Según un estudio de Datum Internacional, el 42% de los peruanos inició un emprendimiento durante el COVID-19. En este contexto, en un primer momento, todos se vieron forzados a migrar al canal digital y que este sea su único canal de ventas, afirma Eddie Valdiviezo. La gestión remota del emprendimiento ha sido un reto para todos los negocios y, para ello, han utilizado varias herramientas tecnológicas, las cuales “se espera que se mantengan puesto que estas herramientas incrementan su competitividad”.

Aunque la pandemia aceleró este proceso digital en el medio de pagos digitales o en la distribución de productos a sus clientes, no todos los emprendedores se han podido adaptar al uso de las nuevas tecnologías, sostiene Brenda Silupú; incluso, agrega, algunos han cerrado sus negocios. “Los que siguen operando son los que han podido adaptarse a las nuevas exigencias de los consumidores; por lo tanto, se necesita mayor apoyo al sector emprendedor que son los que van a lograr la reactivación de la economía”, agrega.

Retos y beneficios para la región
Para Eddie Valdiviezo, el aumento de los emprendimientos en la región trae consigo cinco beneficios: aumento de dinámica económica en la región, generación de empleo, mejores ingresos, pago de impuestos y la elevación de la competitividad de la región.

La estructuración del negocio es necesaria para que un emprendedor se convierta en empresario, dice Valdiviezo. En ese sentido, se debe disminuir la burocracia y trabajar en mecanismos que verifiquen la utilización de esos impuestos en cosas que impacten positivamente a los emprendedores.

En la misma línea, la profesora Silupú acota que la formalización debe ser parte de la gestión del negocio ya que esto ayuda a contrarrestar la informalidad que existe en el país, la cual supera el 75% del tejido empresarial.

“Otro gran reto de los emprendedores es sacar adelante su negocio y no fracasar en el intento. Actualmente, las tasas de fracaso empresarial son altas y necesitamos que los emprendedores inicien negocios con un crecimiento sostenido”. Ante esto, el diseño de estrategias en la gestión empresarial, la planificación, cuantificación de costos, inversión y la administración adecuada de la liquidez serán implementos necesarios para que se minimice el fracaso empresarial; pero, todo esto debe ir de la mano de la formalidad, explica Silupú.

Desde la región, para apoyar esta situación se deben diferenciar los tipos de emprendedores. Hay un grupo de personas que emprenden por motivos de subsistencia (necesidad), a ellos se les debe orientar en la gestión de su negocio para que puedan ofrecer su producto a más clientes y para que administren mejor su liquidez y logren formalizarse, ya que en estos negocios muchas veces la estructura tributaria del pago de impuestos no se adapta a su realidad y es necesario brindarles orientación para que el negocio no fracase.

También, existe otro grupo de emprendedores, que dirigen un negocio de oportunidad con un nicho de mercado determinado y con un producto que satisface la necesidad de sus clientes. En estos negocios, sí es necesaria la formalización desde un inicio para que pueda crecer de manera estable.

Además, muchos emprendedores no saben cómo formalizarse o si lo desean hacer, no cuentan con los accesos a oficinas o instituciones donde iniciar la formalización, como sucede en zonas alejadas a la ciudad. Por ese motivo, es necesario que desde el Estado se conozca la realidad del sector emprendedor y que las políticas sean descentralizadas, según cada zona, porque las instituciones de regulación y supervisión deben ampliar sus operaciones y desempeñar un rol orientador más que sancionador, asegura la profesora Silupú.

Del mismo modo, desde la región, indica Valdiviezo, se debe capacitar a los emprendedores, fomentando la compra local a través de ferias comerciales tanto físicas como virtuales y organizando campañas de formalización.

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